Papá

 ¿papá? Esa palabra cuando la escuchamos inmediatamente pensamos en un hombre fuerte y amoroso, pero saber que esa palabra puede ser dolorosa para otros.

A muchos les queda grande ese papel, pues muchos prefieren guardarlo como si fuese un trofeo en un anaquel, y no hacen uso de el, evitando pintar sonrisas y momentos con ese pincel.

Son pocos los cuadros que tengo pintados, porque han sido pocos los momentos que he pasado a tu lado y contados son aquellos que obtienen resultados y otros más se ven muy obligados.

Saber que la oportunidad tuviste pero fue el valor el que no obtuviste, y como es tu costumbre huiste y saber que como toda la gente lo hace, te fuiste, tu vida seguiste y lo más doloroso es que es que nunca supiste el dolor que me provocas, dejándome triste.

Darme cuenta de tus pocas intenciones y esperar muchos de ti, aún crea decepciones, y sigue siendo increíble ver cómo aún espero esos vagones donde ambos podamos subir y crear recuerdos de a montones, pero la triste realidad es saber que solo quedará en ilusiones porque a la hora que prometes algo nunca terminas las oraciones.


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